Hasta que te pasa a vos.

Pensás que lo tenés controlado. Que tenés controlado un sentimiento. Y claro, eso te hace sentir bien. Sos un súper-hombre. No hay nada que te dañe. No existe tal kryptonita que haga que te debilites, siempre todo está bien.
Pero hay algo que te genera una presión en el pecho. Querés gritar, querés putear, querés irte lejos. ¿Qué pasó con la insusceptibilidad que tan bien venías llevando? ¿No era que solamente estabas paveando? Y te pasó. No te diste cuenta y te pasó. ¿Cómo? Si lo tenías todo controlado. Era un sentimiento nomás. Lo habías hecho mil veces antes y siempre te venía funcionado. ¿Es ella distinta entonces? No puede ser. Es sólo una mujer. No tiene un cuerpo perfecto. Sí, pero es re macanuda. Te entiendo, aunque tuviste minas más lindas. Simpáticas como ella no, más lindas. Claro, pero con ella podés hablar y reírte de cualquier cosa. ¿No te rompía un poco las pelotas al principio? Sí, pero te encantaba.
¿Qué te pasó súper-hombre?

No sabés. Pero ojalá que se te pase.